Y resultó que Piqué el presunto menos .es de todos solucionó la papeleta de la selección española de fútbol en la recién estrenada Eurocopa. Ya nos daríamos con un canto en los dientes si los presuntos .es por definición: Marianos Rajoyes, Pedros Sánches, Alberts Riveres y Pablos Iglesies, cumplieran con lo que de ellos se espera. Como ni siquiera nos entretienen con sus elecciones, votaciones, debates, embustes y desplantes, nos centraremos en las fechas que vienen en apoyar a los que con el .es discutido, de verdad nos enganchan, apasionan, emocionan y enloquecen.
Ni pueden prometer pero prometen, ni pueden rematar pero rematan, ni pueden golear pero nos golean, lo tienen todo para pedirles que se borren el .es y se pongan el . y aparte.
Estoy convencido de que si hoy preguntan a los seguidores de la roja, pocos tienen ya dudas de la españoleidad y compromiso de Piqué en esta Eurocopa y en anteriores citas. Sin embargo, si hoy preguntamos también a cualquier español sobre la españoleidad de sus elegibles, habrá muchos de ellos que cabeceen y se irriten.
A lo mejor tenemos que buscar un Del Bosque para gobernar España y que haciendo una transición dulce, siente en el banquillo a las viejas glorias para que desde allí se dediquen a apoyar y no estorben.
¡Ánimo a la selección de los auténticos .es! y banquillo para los falsos etiquetados como .es
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